Situada en Barcelona, con 110m de altura, la torre Porta Fira consta de una geometría variable con una segunda piel en fachada formada por tubos de aluminio, creando una compleja interacción con el viento. El estudio ha incluido la interacción dinámica inducida por el viento sobre los diferentes elementos que componen la fachada singular de la Torre para la mitigación de vibraciones mediante ensayos experimentales en un túnel de viento de capa límite. Además, se ha diseñado un amortiguador de masa sintonizado (TMD) como medida de mitigación.
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